domingo, 25 de noviembre de 2007

Y más Pablo...



Y Pablo un día después en el cumpleaños de su abuela. Hace un rato. Me alegran las sorpresas buenas e inesperadas, los virajes repentinos que llegan sin esperarlos y que cambian el rumbo de las horas, de los días y hacen que todo sea mejor. Al final hemos terminado celebrando dos cumpleaños en uno. Aquí va una muestra de la celebración de hoy. Hemos regalado a mi madre el bolso que ella quería y un móvil. Voy a empezar a creerme que somos la familia de los móviles. Sólo falta Pablo con uno, aunque como podéis observar ya engancha los ajenos. Ahora me queda ese rato de domingo, de relax. Me apetece tumbarme tranquilamente, taparme con una manta y disfrutar de los dos capítulos de Kyle que aún no he visto. Hoy me alegro de que de una celebración hayan surgido dos; Alf, me alegro de que mis canciones por fin te hayan servido para animarte; me alegro de que una vez más las casualidades hayan servido para poner cara a los misterios. Me alegro de encontrarme con otro Jon. Y me alegro de la sonrisa de ahí arriba... aunque al final, como la de todos los niños, acabe en lágrimas.

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