lunes, 12 de noviembre de 2007

Confesiones sísmicas desde mi cama


... aunque este puente trabajaba lo cierto es que prometía. Pero las promesas se quedaron en agua de borrajas. Y es que el futuro es lo único que nunca podemos controlar, solamente podemos aventurarnos a imaginarlo. Planearlo es tan aleatorio como esperar algo de los demás. Aunque yo tenía más o menos planeado mi fin de semana todo se me vino abajo, porque estoy malo. Este año tardaba en llegar y fiel a la Ley de Murphy, el jueves cuando salía de nadar me empecé a encontrar mal y aún hoy sigo en la cama, inundado en un mar de mocos, tos y altibajos de fiebre. Al menos no voy a trabajar y puedo empezar a ver la primera temporada de Entre Fantasmas. No hay mal que por bien no venga. Pero el caso es que tengo que hacer una confesión. ¿sabéis quién es esta mujer? La Terremoto de Alcorcón. Bueno, pues hace poco la entrevistaron. No sé en qué periódico. Creo que fue en alguno local. Y, sorpresa. Me he enterado de que el sitio que más le gusta visitar es el Palacio Real, porque lo conoció cuando era pequeña, antes de convertirse en toda una "Richter". Ella dice que le gusta ese lugar, porque cuando era pequeña la llevaron con el colegio y no ha podido olvidar "las habitaciones reales". Y su colegio, atención. Ojo al dato. Es el mío. Sí. Voy a obviar el nombre del desprestigiado centro. Pero la verdad es que lo he flipado. Ahora que la RAE acepta esta expresión: Fliparse. Sí. Esta "terremoto", que vive en Baleares, lejos de su ciudad patria, se sentó en las aulas donde yo estudié... qué calladito que se lo tenían las monjas, jajaja. Con esos especímenes. A cambio diré que de mi colegio también salió, no muy bien parada, Maribel Verdú.... ni lo uno ni lo otro son delirios de la fiebre...

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