domingo, 18 de noviembre de 2007

Taking chances

Tengo un momento de bañera. De tumbarme dentro y mirar el techo e imaginar. De fondo suena "Taking chances". Cuántas oportunidades desperdiciamos a diario. Cuántas posibilidades se plantean o se difuminan según lo que hagamos, según tomemos decisiones. El eterno qué pasaría si. Nunca sabemos qué camino es el correcto en el laberinto ni a dónde vamos a llegar ni cuál es el momento correcto para optar por uno u otro, pero sí sabemos que queremos llegar al final de él. Todo en la vida son constantes decisiones y no saber decidir sino arriesgarte a decidir, a tomar la determinación de qué opción coger y aceptarla es lo que nos hace madurar y avanzar, bien o no, en el laberinto. A mí me gustan los laberintos, porque me ayudan a creer en mí, a crecerme, a mantener mi orden, el orden que yo quiero, a saberme más yo en las adversidades y a no pensar "qué hubiera pasado si", porque esa es la verdadera, la única trampa que me dejaría atrapado en uno de los túneles. Suelo pensar a menudo, cuando me he rodeado de alguien importante, que hubiera hecho "X" persona o "Y" persona en mi situación, que me aconsejaría, pero al final siempre las decisiones de mi laberinto las tomo yo. Y asumo las consecuencias y ahora acabo de acatar una de ellas de la que el responsable soy yo. A mí sólo me queda seguir avanzando por el túnel hasta la próxima salida a ver qué me espera en ella. Cambia el orden de las cosas, pero los factores seguimos siendo los mismos. Sigo avanzando de otra manera, pero seguro de cada paso dado conscientemente por mi. Y solamente por mí.

http://www.youtube.com/watch?v=RhtdXu1rc_0


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